SEPTIEMBRE / 2017
Cuando llegó a mis oídos que el último río salvaje de Europa estaba seriamente amenazado por la construcción de una serie de presas y que se encontraba a solo unas cuatro horas de avión desde Madrid, la idea se tornó cristalina: había que recorrerlo.
El viaje
El Vjosa es un río que nace en Grecia donde recibe el nombre de Aoos. Atraviesa parte de Grecia y recorre Albania de este a oeste desembocando en el Adriatico. En total son unos 280 kilómetros. Decidimos intentar recorrerlo en su totalidad aunque eso no fue posible debido a la falta de agua en su tramo inicial. Por ello comenzamos la navegación en un afluente, también en Grecia: el río Voidomatis.
Llegamos a sus fuentes caminando tras un día de trekking con nuestros packrafts en la espalda y atravesando el cañón de Vikoos en el parque nacional griego del mismo nombre. Nuestro equipo estaba formado por Joan Olivé, Juan Carlos Jimenez, Marco García y yo.
En total fueron ocho días de viaje contando la jornada de trekking. Dos de ellos tres transcurrieron en Grecia y el resto en Albania. Se puede dividir el viaje en tres tramos:
El río Voidomatis hasta la confluencia con el Vjosa.
Se trata de la parte alta del viaje. EL Voidomatis es un clásico de las aguas bravas fáciles en Grecia y se caracteriza por la pureza de sus aguas y los frondoso del paisaje que lo rodea. El río es estrecho y bosques verdes acompañan en las orillas constantemente. Al salir del parque nacional el río se ensancha y aparecen algunas pequeñas presillas y desvíos de agua. Tuvimos que hacer algunos porteos debido a la falta de agua. Al llegar a la confluencia se hizo más navegable
Desde la confluencia hasta Tepelene (Albania).
Una vez en el Vjosa comenzó la diversión. El río recoge más agua de los diferentes afluentes y comienza a animarse. Hay rápidos cada poco tiempo que se mantienen en los grados II/III. El río se encañona a menudo con paredes de conglomerado. Hay zonas muy bonitas donde acampar junto a las orillas donde hacer fuego y pescar. Se pasa por diversos pueblos. Estos vierten basuras al río con lo que no es recomendable acampar junto a ellos. Es más práctico e interesante parar, cenar en sus restaurantes (básicos y baratos) o incluso dormir en algún hotel (si es que ahí). Los rápidos terminan poco antes de llegar a Tepelene. El paisaje está siempre acompañado por montañas.
Desde Tepelene al Adriatico.
El río acoge más caudal pero se va parando su corriente progresivamente aunque prácticamente la hay hasta llegar al mar. Se ensancha mucho, en ocasiones hasta más de dos kilómetros dividiéndose en varios brazos. Se aleja de poblaciones y carreteras hasta cruzar una autopista a veinte kilómetros de su desembocadura. Este puente marcaría el inicio del delta. Desde aquí no hay carreteras (solo alguna pista) ni se verá prácticamente ninguna casa. Deja de verse relieve por primera vez en todo el viaje y aparecen multitud de pescadores. La llegada al mar es espectacular. Simplemente, de repente, aparecemos paleando en el mar rodeado de playas. En una de ellas terminamos nuestro viaje.
Tras pensarlo bastante nosotros decidimos volar a Grecia. Creo que la opinión fue acertada. Desde Atenas autobús a Ioannina y ahí taxi a Monodendri, precioso pueblo entre montañas desde el que se accede al cañón de Vikoos. Autobuses a Ioannina hay todos los días unos cuantos desde Atenas pero atención: los autobuses se llenan y hay que sacar los billetes temprano o el día antes. Coger un taxi para que te acerque a cualquier punto es muy fácil en Grecia pues la gente es muy amable y cuidan mucho al turista. Conviene pactar el precio antes. En Grecia hay roaming y se paga en euros. Recomendable llevar efectivo.
Una vez en Albania el principal problema puede ser el idioma. Al terminar el viaje unas personas que estaban en la playa nos acercaron a la ciudad más cercana Fier. Desde ahí hay autobuses hasta Atenas que salen todos los días (unas 16 horas). El punto más complejo de la logística debe ser la salida desde la playa pero la gente es tan amable que no resulta difícil conseguir un transporte a Fier. Simplemente se puede preguntar a cualquier pescador por un taxi o haberlo apalabrado antes en otro punto del camino. Ha de ser un taxi que pueda ir por la arena de la playa pues no hay carreteras.
En Albania no hay roaming y la moneda en curso es el LEK. No se puede pagar con tarjeta en casi ningún lado pero con lo Euros te los cogen. La gente es extraordinariamente amable. Viajar por Albania es muy sencillo e interesante, todo el mundo te ofrece ayuda.
Si tienes interés o cualquier duda respecto a la logística no dudes en escribirme o llamarme.
Fechas | del 26 septiembre al 3 de octubre del 2017 |
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Días en total de actividad | 8 días |
Días de trekking | 1 día |
Días de packraft | 7 días |
Kilómetros a pie | 15,500 |
Kilómetros en packraft | 220,240 |
Máxima dificultad rápidos | III |
Punto de inicio | Monodendri (Grecia) |
Punto final | Desembocadura del río Vjosa en el Adriático (Albania) |