DICIEMBRE / 2018
En diciembre de 2018 comenzó la expedición Antártida Inexplorada del proyecto Trineo de Viento. En realidad la expedición llevaba mucho tiempo en marcha, fue el resultado de años de trabajo, preparación y colaboración con los científicos. La Expedición Antártida Inexplorada supuso la primera campaña Antártica cero emisiones, empleando un vehículo no contaminante y recorriendo el lugar más desconocido y remoto del continente blanco: La Antártida Oriental.
La Expedición Antártida Inexplorada 2018 2019 supuso la consecución de tres retos:
El reto técnico.
Jamás un vehículo cero emisiones había realizado un viaje de más de 2500 kilómetros y menos aún en la Antártida oriental. Además el trineo ascendió a la segunda altura del Plateau antártico: el Domo Fuji. El reto técnico consistía en que la plataforma aguantase y nos permitiese concluir el viaje con éxito. El trineo debía transportar un peso total de más de 2000 kilogramos y aguantar el embiste de los sastrugi (irregularidades del terreno formadas por el efecto del viento y que pueden llegar a medir más de dos metros de altura). La resistencia de las cometas también suponía algunas dudas, probamos tamaños de cometas nunca antes desarrollados. La más grande nuestras cometas medía 150 metros y tenía que tener la capacidad de arrastrar el trineo con sus dos mil kilos de peso.
El reto geográfico.
Después de un estudio prolongado sobre las corrientes principales de viento en el interior de la Antártida deducimos una ruta de ida y vuelta saliendo de las inmediaciones de la estación científica rusa de Novolozarvskaya. El itinerario planteado permitía realizar, aprovechando el viento, el recorrido ida y vuelta más corto posible en la Antártida dando la vuelta a la segunda altura del plató antártico, el Domo Fuji. Pese a tener conocimiento de las corrientes de viento principales la demostración empírica no se había producido y la incertidumbre de si era posible se mantuvo durante la primera parte de la expedición.
El reto científico.
En esta expedición hemos llevado a bordo del trineo instrumental para diez proyectos científicos. Se trataba de una campaña tremendamente ambiciosa. Desarrollar investigación científica con temperaturas cercanas a los 50 grados bajo cero y con vientos constantes es algo tremendamente duro. Hemos realizado proyectos para la Agencia Espacial Europea, el Instituto del Cambio Climático de la Universidad de Maine y numerosas Universidades españolas con instrumentos pioneros diseñados para esta expedición. También hemos sido entrenados para manejar los instrumentos en condiciones extremas. Al retorno de nuestro viaje volvimos a casa con una gran cantidad de muestras que los científicos procedieron a analizar para extraer sus conclusiones. También realizamos las mediciones vía satélite Galileo más australes registradas hasta la fecha y probamos instrumental que irá a bordo del Rover que participará en la misión espacial Mars 2020.
Uno de los puntos fuertes de esta expedición ha sido la llegada a la estación americana abandonada de Plateau Station. Esta base estadounidense fue creada y ocupada a finales de la década de los sesenta en plena Guerra Fría. Estuvo operativa durante dos años y en enero del año 1969 fue abandonada pensando en un regreso que nunca llegó. Justo cincuenta años después, en enero del 2019, nosotros llegamos y entramos en la estación. Nos encontramos una base congelada en el tiempo donde todos los enseres se encontraban tal y como quedaron en el momento del cierre: los artículos personales de los técnicos, el material quirúrgico del médico.. todo ha permanecido intacto hasta nuestra llegada en lo que fue una especie de viaje en el tiempo.
Los tres retos en los que se basaba la expedición se convirtieron en hitos conseguidos al termino de la misma. Logramos completar el recorrido propuesto sin emplear ningún tipo de combustible para nuestro desplazamiento. El trineo y sus cometas aguantaron perfectamente y al termino de la expedición podríamos haber comenzado de nuevo un viaje similar con el mismo pues toda la estructura se encontraba en perfecto estado. El reto científico se cumplió y se trajeron a casa todas las muestras para su posterior análisis.
La expedición Antártida Inexplorada 2018 2019 concluyó abriendo una puerta a la investigación en la parte más remota del continente blanco y comenzando una nueva era dentro de la investigación cien por cien limpia y cero emisiones en la Antártida Oriental.