Qaanaaq 2022

ABRIL / 2022

Llevo unos años dando apoyo a diferentes proyectos artísticos en las regiones polares. Esta otra mirada hacia el Ártico y hacia la Antártida me ha creado otra perspectiva, alejada, con alivio, de los épicos discursos tan típicos de la exploración polar.


ABRIL 2020


Raúl Alaejos, al igual que yo, ha hecho varios viajes al Ártico en busca de respuestas. Como yo, también, solo ha encontrado contradicciones y más preguntas. Sobre todo, acerca de nuestra relación con el medio y con la gente que lo habita.

Para dar respuestas a estos interrogantes o simplemente para arrojar un poco de luz sobre quienes somos a ojos de los inuit viajamos Raúl y yo al norte de Groenlandia, al mítico distrito de Thule. Queríamos descubrir qué piensan de nosotros aquellos a los que a menudo aleccionamos sobre cómo tienen que cuidar su tierra (el territorio que nosotros estamos deteriorando) o cómo preservar la cultura que nosotros nos hemos encargado de anular.

El objetivo era la realización de un proyecto de investigación en forma de película documental. El esqueleto de este estudio sobre la relación del hombre blanco con los inuit sería la búsqueda de los descendientes de los primeros hombres blancos que aquí se asentaron: Robert Peary su mayordomo afroamericano Matthew Henson, es decir la primera persona en llegar al Polo Norte, allá en el 1910.

Peary y Henson se establecieron en Thule (distrito de Qaanaaq) durante varios años y ahí tuvieron abundante descendencia. Los apellidos se mantienen y sus rasgos también. Es fácil encontrar a habitantes inughuit con los ojos azules o con rasgos totalmente negros. Nosotros queríamos saber qué opinión tienen ellos de sus antecesores, de su sangre occidental, pues el comportamiento de ellos tampoco fue ejemplar en muchos aspectos. Encontramos respuestas fuera del guion en ocasiones, en otras no encontramos ningún tipo de respuesta.


Para ello vivimos en sus casas con sus familias y viajamos con ellos en sus trineos. Comimos oso polar, foca, caribú, narval y ballena, nos contaron historias, bailamos con ellos, hicimos amigos, salimos en la radio, nos timaron, estuvimos en fiestas, nos caímos del trineo y pescamos. También encontramos viajeros polares occidentales con ganas de batir récords equipados a la última. Realizadores de documentales de toda calaña (como nosotros), científicos con viajes meteóricos para recoger muestras y conocimos a los descendientes de los grandes exploradores de principios de siglo.

Thule ha sido mi lugar soñado durante mucho tiempo y por fin pude viajar por él con tiempo y tranquilidad para recorrerlo.