MAYO / 2017
En mayo del 2017 comenzó la segunda expedición del proyecto Trineo de Viento en la que participé. Esta tenía como objetivo recorrer los cerca de 1200 kilómetros que separan las cercanías de Kangerlusuaq con la estación científica de East Grip, situada sobre el denominado Rio de Hielo en el sector centro este de Groenlandia. Durante el recorrido el trineo desarrollaría una serie de actividades científicas, también llevaría a bordo a un investigador que recogería muestras de nieve y una estación meteorológica automática de la agencia española de meteorología (Aemet).
Durante el viaje se probaron diversas innovaciones en el trineo: nuevos materiales, cometas y sistemas para la navegación. También nos acompañó un cámara y fotógrafo que documentó el viaje con imágenes y vídeos de cara a un futuro documental sobre el vehículo pionero y la expedición.
Fuimos depositados sobre el hielo el día 23 de mayo y, tras veintiséis días de travesía, llegamos a nuestro destino el 19 de junio de 2017. Si por algo se caracterizó la expedición fue por lo bien que se desarrollaron las cosas en general. El buen tiempo nos acompañó así como el viento que sopló muy a menudo a favor y a las velocidades adecuadas. El trineo respondió con eficacia y los materiales resistieron adecuadamente. Fuimos más rápido de lo esperado e incluso tuvimos que hacer tiempo para no llegar demasiado pronto a la estación científica Egrip de la que saldríamos en un Hércules de la Fuerza Aérea americana cuyo despegue estaba previsto para el día 22 de junio y no era posible adelantar. El tiempo a disposición nos sirvió para poder dedicarlo a la ciencia y a probar innovaciones en nuestro vehículo.
Otra novedad fue el apoyo brindado por parte de Aemet en forma de predicciones meteorológicas que nos enviaban todos los días y que fueron de increíble ayuda dada su precisión. Ello nos sirvió para organizar nuestra navegación en función de los vientos a favor o para protegernos de la tormenta en caso de mal tiempo. La meteorología en general fue muy favorable marcada por un tiempo estable y temperaturas no muy bajas. La mínima registrada alcanzó los 28 bajo cero y los vientos más fuertes apenas rozaron los sesenta kilómetros por hora. Fue una mini tormenta que duró escasas horas y cuyo aviso fue eficazmente transmitido por parte de nuestros predictores.
La última parte del recorrido tuvo lugar sobre el denominado NEGIS (North East Greenland Ice Stream), el Río de Hielo. Un flujo de hielo que, debido a diferentes características del glaciar, se desplaza a una velocidad mucho mayor que el resto del hielo del Inlandsis comportándose como un autentico río que desemboca en un frente glaciar en el mar donde deposita una gran cantidad de masa de hielo en forma de témpanos (icebergs). Sobre este río se halla la estación científica EGRIP a la que llegamos y en la que tienen lugar varios proyectos relacionados con la perforación y posterior extracción de testigos de hielo y que pretende alcanzar el lecho rocoso, cuna del río de hielo, alrededor del año 2020.
La llegada a la estación fue muy emocionante y alcanzamos prácticamente el interior de la misma con el trineo de viento, conduciendo sobre la pista de aterrizaje en la que el Hércules, en pocos días, vendría a buscarnos. El personal acudió a recibirnos en esquís y motos de nieve y, de esa guisa, compartieron los últimos metros de travesía con nuestro vehículo. Al llegar a la base científica con el trineo de viento un gran número de investigadores acudieron interesados para observar desde cerca el vehículo pionero de primera mano pues suscitó mucho interés. También realizamos una conferencia sobre las posibilidades del mismo y fue interesante dar a conocer el proyecto a la comunidad científica internacional. Tres días después de nuestra llegada despegábamos a bordo del Hércules rumbo a Kangerlussuaq, dando por terminada nuestra estancia en el Inlandsis y la expedición Río de Hielo treinta y un días después de su comienzo.