Svalbard 2010

Tras la experiencia del año pasado decidimos ser más conservadores con el planteamiento de la expedición y apostamos por un recorrido más corto y en otra parte de la isla. Nuestra idea era salir de la capital, Longyearbyen, y terminar en la estación científica internacional de Ny Alesund. Habíamos diseñado un recorrido que pasase por la ciudad rusa abandonada de Pyramiden, cuya leyenda rondaba nuestras cabezas desde hace tiempo. A ella llegamos una noche tras una semana de viaje. Proseguimos durante diez días más ayudados por el viento y las cometas de tracción que nos empujaban. Recorrimos decenas de glaciares, unos cuantos osos polares vinieron a visitarnos a nuestra tienda y cruzamos numerosos fiordos congelados plagados de focas respirando junto a sus respiraderos.

Al cabo de casi veinte días llegábamos a Ny Alesund, mítica ciudad del Ártico y punto de salida de numerosas expediciones de principios de siglo que tenían el Polo Norte como objetivo. Este viaje nos devolvió la confianza en este terreno pues lo que la temporada pasada había sido un infierno este año se antojaba como un lugar fascinante en el que viajar cómoda y rápidamente. El punto de inflexión necesario para afrontar en un futuro la línea sobre el blanco mapa que nos falta en esta isla.