13
feb. 2017
Aunque vivamos en una isla en la Antártida llena de hielo y separada cientos de kilómetros de tierra firme, tenemos vecinos. En la isla que estamos, llamada Livingston, existen más bases de otros países. Algunas son solo pequeños campamentos o refugios, como los de 'Cabo Shirreff' o la península Byers. Allí pasan los meses de verano algunos investigadores americanos o chilenos, pero apenas tenemos contacto con ellos puesto que su aproximación es compleja.