04

dic. 2013

Biblioteca Perdida 2. Journey into silence

Volvemos a Svalbard, otra vez a través de un libro. Este apareció de una manera más fría que el anterior. No estaba aprisionado entre otros volúmenes pasando calor en una librería del desierto. Se encontraba en Londres y vino a mí a través de Internet. La primera página lleva el nombre de su anterior dueño, noruego.

Journey into silence es la historia de un viaje en barco por el norte de Svalbard. Este es llevado a cabo por Jack Denton a bordo del Havella, un pequeño velero de dos palos. Siempre es bello leer historias que transcurren en lugares por los que uno ha pasado. En este caso el itinerario sale de Longyearbyen, la capital del archipiélago de Svalbard, y pasa por Ny Alesund  antes de emprender rumbo norte para navegar el estrecho de Hinlopen y circunnavegar la isla de Nordaustdanlet. El mapa del recorrido aparece en la segunda página en forma de hermosa ilustración realizada a mano alzada y acompañada con un dibujo del Havella.

El libro no tiene la profundidad de aquél escrito por alguien que se interna en la isla ártica para vivir como sus escasos pobladores, de la caza y de la pesca, en una pequeña cabaña y en compañía de unos tramperos recios como el café y duros como la carne de oso polar. Es el relato de un americano cuyo objetivo es  navegar la aguas desconocidas, en aquella época, del norte del archipiélago, esperando encontrar el enorme frente glaciar que se hace llamar Chinese Wall Front Glacier. Es el relato de un viaje en busca de algo perdido, remoto y desconocido.

Como soy muy fetichista volvamos al libro como objeto. Una edición del año 76 forrado en cuero, unas doscientas páginas y unas contraportadas en las que se hallan grabadas una carta náutica de la región navegada. ¡Qué acierto! Los nombres en noruego incomprensible están finamente redactados con precisión de cirujano: Vestfonna, Ismaset, Tvillingstakken… Todo ello con letras y caracteres que no consigo hacer con un vulgar teclado.  Y luego está el mapa. ¡Ay el mapa! Lo escanearía si no me diesen miedo esas cosas del copyright. Imagino al día siguiente al FBI entrando en casa a conversar conmigo. Pero tiene todos los elementos para empezar a soñar con solo mirarlo. Su rosa de los vientos, sus pequeños dibujos, sus gaviotas. El libro no tiene fotos, ¿quién quiere fotos con ese mapa?