02

may. 2012

Boulder en Ogden

Si continúas la histórica calle 25 en dirección hacia el Este –edificios planos de ladrillo, marquesinas enormes de colores, bares con fumadores fuera- terminas dándote de bruces con una muralla de roca descompuesta, naranja, alta y surcada por repisas con vegetación. Esta muralla es Ogden Mountain; al atardecer el naranja de su cuarcita se enciende como una fogata recortada contra el cielo.

La muralla es discontinua y no acaba de mantener pese a su longitud y elevación, la altura adecuada para que sea recorrida por vías largas de escalada. Pese a ello numerosos itinerarios salpican sus muros. Pequeñas joyas que hay que rebuscar entre escalones y repisas. Escalada corta, limpia y de aventura. Para hacerlo más divertido hay que estar atento a las serpientes de cascabel y al poison ivy, planta venenosa de la que no conozco su traducción.

Como caídos desde lo alto del castillo numerosos bloques descansan en sus faldas. Bloques compactos cicatrizados por regletas y de gran tamaño. Tras la precariedad de sus paredes y sus vías, los bloques de Ogden son una joya para quien quiera poner a prueba sus dedos. Todos los tamaños y dificultades. Fisuras, placas y mucha regleta. Un poco de todo y para todo el mundo.

Esta vez han sido Mikel y Dani los engañados. A menos de diez minutos de su casa y poco más de la mía, estamos descubriendo los secretos de este campo de bloques. Y también de sus paredes, pero esa es otra historia.


Información:

  • Utah bouldering (Chris Grijalva)
  • Ogden área climbing guide (Sharp End Publishing)