23
mar. 2012
Se ha convertido en una cuestión personal el terminar de resumir lo que ha sido la última campaña antártica. La roca del desierto y la nieve de las montañas, junto con escaladores en Carhart, carpinteros de Montana, mujeres humungus y alpinistas insaciables e hiperactivos me lo intentan impedir proponiéndome planes cada vez más divertidos y desviando mi atención hacia el presente. Pero el pasado también merece una oportunidad.
La primera fase en el campamento Byers terminó una noche con un brindis de cava a la intemperie, bajo el viento y a la luz de unas pocas estrellas que tímidamente se asomaban. El corcho de la botella saltó desganado del cuello de cristal, emitiendo un tímido disparo, casi vergonzoso, fruto del gas sublimado tras el invierno. Un corchazo con poco glamour de no ser por encontrarnos en un entorno tan especial y con tan buena compañía. Los científicos no dejan de asombrarme. Personas que afrontan su trabajo en condiciones duras, con la ropa mojada, material perdido para siempre tras un desembarco desastroso, con ánimo y profesionalidad envidiable. ¿Tipos recios o pasión por la ciencia? Ni idea, seguramente una mezcla de ambas cosas.
Tras dos semanas en tan buena compañía, retorné a la base para descansar unos días y preparar la próxima y última fase en el campamento. Volvieron los días de vida en comunidad, el póker los sábados y las comidas que parecen celebraciones populares de pueblo en fiestas, con cocineros grandes y sonrosados cuya cara de satisfacción crece a medida que engordas.
-Humungus (según el Urban Dictionary): Something very large, big or gross. The most popular reference for it is the large, semi-naked, bald baddie called “Humungus” in the film Mad Max 2 or, in the US, Road Warrior 2.
“Did you see the humungus cráter on the waiter’s face?”
“Melvin’s feet are humungus!”