17

abr. 2012

Mejor acompañado

Hace nueve meses, cuando llegué a Utah, empecé a correr inspirado por la energía de un nuevo amigo, Mateo. Siguiendo las pisadas de este galgo corrimos alguna carrera larga y un aquathlon en el que me acabé meando en la piscina. Había pasado la noche obsesionado con la hidratación durante la carrera de tal manera que cuando fue mi turno y me sumergí en el agua caliente no puede evitar hacerme pis. Recibir más tarde la medalla al segundo puesto en la categoría femenina, remató una carrera surrealista. Mateo me enseñó algunos de sus secretos y juntos corrimos montaña arriba y montaña abajo entrenando para competiciones imaginarias. Guardo muy buen recuerdo de ese final de verano; corriendo por la meseta de UItah, por las pasarelas del lago salado al atardecer y sobre las piedras recién mojadas por la lluvia.

Ahora la montaña está blanca y he engañado a Mateo para que se compre unos esquís de travesía. Ayer subí de nuevo al James Peak., pero esta vez acompañado. Esta primavera hay que estar en guardia y planear las excursiones con cuidado. Las avalanchas asolan estas montañas más de lo que nos gustaría. Mateo da sus primeras zancadas sobre las pieles de foca con un corazón grande y de hierro. Ayer dibujó sus primeros giros en la nieve virgen de los picos situados en los alrededores de Powder Mountain. Yo vuelvo a descender sus laderas en la mejor de las compañías.

Como siempre, lo celebraremos en el Shooting.