29
ago. 2012
Buenas a todos,
Os escribo de parte de Hilo que me ha hecho llegar, gracias a una curiosa combinación de medios digitales unas notas sobre la primera parte de su viaje con Dani por el Yukon. A través de una llamada de teléfono desde Old Crow a Maria, única población que pisarán que tenga acceso telefónico y de la llamada a un mail en el que Maria me comenta sus impresiones, os paso a relatar lo que nos cuenta de lo vivido hasta ahora.
Todo ha ido bastante bien en esta primera parte. Han remado con ganas y no han tenido dificultades salvo en el último tramo de esta primera parte que os contaré más adelante. Han tenido varios encuentros con la fauna local, entre la que se encuentra el buey almizclero y el caribú. Además tuvieron la oportunidad de cruzarse con un macho de alce cruzando el río, lo que es bastante raro de ver. Se cruzaron también con los restos de un animal comido por los lobos, de los que pudieron ver numerosas huellas y de los que Dani hizo varias fotos y tomas.
Están consiguiendo un montón de material audiovisual para enseñarnos una vez acabe su aventura y la verdad es que se les nota encantados con el resultado de la expedición.
Durante estas etapas un fuerte viento frontal les hizo avanzar bastante lento y tuvieron que emplearse a fondo para mantener el ritmo en una buena media. Como iban bien de comida y tenían facilidad para montar los campamentos, pudieron descansar bien al final de estas etapas y mantenerse en forma para los días siguientes.
El día anterior a llegar a Old Crow, unos pescadores indios les invitaron a dormir con ellos en su campamento. La experiencia la definen como increible porque tuvieron la oportunidad de ir con ellos a recoger las redes de pesca en las que habían capturado dos enormes salmonesademás de otros pescados que compartieron con ellos. Según las palabaras de la propia María "Una vez que llegaron a Old Crow, eran famosos. Todos los indios del pueblo sabían de ellos. Habían corrido rumores de que unos chico grababan una pelicula en la zona. La gente era majisima y muy hospitalaria. Los indios son cazadores de caribús y les volvian locos con preguntas sobre el numero de caribús que habian visto en el rio. La fecha de la migración está próxima y están nerviosos, por lo que noticias de unos chicos venidos de más allá de sus tierras, les facilitaba información preciosa sobre los animales. También les enseñaban orgullosos las colecciones de astas, que cuelgan en el exterior de sus casas y les invitaban a todo tipo de platos preparados con el animal en cuestión. Les dejaron hacer noche en la rectoría de la iglesia del pueblo, lo que estuvo guay porque contaron con una casa y sus comodidades para ellos durante dos dias.".
Dos días después tuvieron un percance que les hizo volcar y romper la canoa sin consecuencias para ellos, salvo que la canoa tuvo que ser reparada en el momento de forma precaria y finalmente tuvieron que parar en casa de un trampero y pasar unos días con él para arreglarla. Fue desde ahí que comunicó conmigo por mail para pedirme que escribiera estas líneas.
Os dejo un par de fotos más para este post y el resto os invito a verlas desde el perfil de Facebook de la expedición.
Un saludo a todos y gracias por seguirnos.
Alberto